Agricultura regenerativa en Artajo, más de 25 años mejorando el entorno.
Un olivar vivo, un aceite con alma.
En la finca de 250 ha de olivar ecológico de Aceite Artajo, situada en el corazón del Valle del Ebro, entre las Bardenas Reales y el Moncayo, seguimos intuitivamente de manera innovadora, desde hace 27 años, las prácticas de lo que hoy se conoce como agricultura regenerativa, demostrando que es posible producir con excelencia y al mismo tiempo restaurar y proteger los ecosistemas.
Agricultura regenerativa: más allá de lo ecológico
No solo se trata de no perjudicar el entorno, sino de mejorar activamente la salud del suelo, la biodiversidad y el equilibrio natural. Estas son algunas de las acciones que llevamos a cabo en Artajo:
- Cultivo en terrazas, que reduce la erosión y favorece la infiltración de agua. Además, se han sembrado y plantado bandas floridas entre terrazas, que actúan como corredores ecológicos y refugios para insectos beneficiosos para nuestro olivar.
- Se mantienen las cubiertas vegetales, vivas e inertes, que protegen el suelo, mejoran su estructura, aumentan la materia orgánica y favorecen la biodiversidad subterránea.
- Hoteles de insectos y 30 cajas nido, que fomentan la presencia de insectos beneficiosos y aves que controlan plagas y pequeños mamíferos como ratones, topillos y conejos.
- Islas flotantes en balsas de riego y charcas para anfibios, que enriquecen la biodiversidad acuática y terrestre.
- Poda manual sostenible, compostaje y control de plagas ecológico.
- Riego por goteo con sensores de humedad y nutrición, que nos permite un uso más eficiente y sostenible del agua y los fertilizantes, adaptándose a las necesidades reales del cultivo.
Energía limpia y economía circular
La sostenibilidad energética es otro pilar clave del modelo regenerativo de Artajo:
- Contamos con una caldera de biomasa que funciona con el hueso de nuestras propias aceitunas, utilizada para la climatización de nuestras instalaciones en invierno así como para el agua caliente.
- Disponemos de placas solares que alimentan tanto el sistema de refrigeración de la bodega, oficina, sala de catas así como a los sistemas de riego, reduciendo significativamente nuestra huella de carbono.
Captura de carbono y salud del suelo
El olivar captura entre 3 y 4 toneladas de CO₂ por hectárea al año. Además, las prácticas regenerativas mejoran la estructura del suelo, aumentan su capacidad de retención de agua y fomentan la vida microbiana, clave para la fertilidad natural.
Oleoturismo y educación ambiental
Artajo abre sus puertas al público a través del oleoturismo, ofreciendo visitas guiadas que permiten conocer de cerca este modelo de producción sostenible. Una experiencia que conecta a las personas con la tierra y promueve una mayor conciencia ambiental.
Un fruto más sano, un aceite de mayor calidad
Gracias a este ecosistema equilibrado y regenerativo, el olivar de Artajo produce aceitunas más sanas, con menos intervención, lo que se traduce en un aceite de oliva virgen extra de mayor calidad, más puro y con una huella ecológica positiva.